martes, 6 de julio de 2010

Caviar de Río Frío. Un gran lujo español


Este fin de semana hemos tenido un regalo inesperado, y ha sido la visita por sorpresa a las instalaciones de la empresa Piscifactoría de Sierra Nevada, S, L. donde se crían esturiones con el fin de obtener un preciado y exquisito caviar.

Esta empresa comenzó hace más de 30 años a criar esturiones, como una actividad de diversificación dentro del sector de la cría de trucha, y en el año 2000 pusieron en el mercado su primeros 70 kilos. Hoy en día producen 2.000 kg. anuales y compiten en los mercados nacionales e internacionales con los mismísimos caviar ruso o iraní. Y sus productos compiten no solo en precio (únicamente porque su prestigio aún no es el mismo), sino también en calidad, dado que realizan un proceso totalmente ecológico que permite obtener un caviar excepcional, gracias a la cuidada alimentación, a la ausencia de estimuladores del crecimiento o antibióticos durante su desarrollo, y finalmente gracias la generoso reparto del espacio en lugar de hacinar a los animales.




Después de recorrer sus instalaciones, y admirar los hermosos esturiones en diferentes etapas de maduración sexual, llegamos a la ansiada cata, donde una botella de Moët Chandon muy, muy fría, se dignó a hacer de acompañante al invitado de honor: una lata de 100 gramos de Per Sé Black, uno de sus productos estrella.


A la vista su color era una mezcla de gris perla y gris humo, donde las huevecillas compactas brillaban estableciendo de esta forma un dialogo con nuestro paladar, anticipándole lo que le esperaba. Ya en boca, resultaba suave como la seda, deslizándose fácilmente en la boca para terminar estallando y liberando todo su sabor y su perfume. Una intensidad marina llena de sutilezas que persistían en la boca, y cuyo retrogusto , empujado por el champagne, producía un efecto embriagador.


Sin duda un tesoro más de Sierra Nevada, que traslada la magia y calidad de su entorno a través de sus aguas, permitiendo la cría y desarrollo de estos magníficos esturiones que nos ofrecen esta delicatessen.

No en vano, en este fantástico entorno donde existe una pequeña población de tan solo 300 habitantes, hay 14 estupendos restaurantes, y recibe cada año la visita de más de 400.000 personas en busca del preciado tesoro, aunque muy pocos terminan probándolo por su prohibitivo precio. Pero merece la pena darse un capricho de vez cuando.

¿Has probado el caviar de Río Frío? ¿Conoces algún otro caviar? ¿Qué opinión te merece?

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