domingo, 25 de abril de 2010
Arroz con verduras y unos magníficos vinos para acompañarlo
Esta semana hemos vuelto a realizar una paella con uno de nuestros arroces preferidos, el arroz Sivaris. En este caso, el Mediterráneao, una variedad japónica de grano redondo y perlado. Según nos indican esta variedad, de aparición
reciente, durante la cocción sufre un efecto acordeón que permite que el arroz absorba mucho sabor pero quede entero y suelto.
Y para esta variedad nos planteamos hacer un arroz que llevara exclusivamente verdura en toda su composición. En primer lugar el caldo, donde cocimos lentamente patata, cebolla, tomate, puerro, alcachofa, y un ajito. Posteriormente, hicimos un sofrito de tomate, cebolla, puerro, alcachofa, guisantes y calabacín, (que le daría un toque dulce muy agradable al final).
Cuando el sofrito estaba en su punto (ligeramente doradito), echamos el arroz y después de removerlo todo, echamos el caldo (hasta 4 veces el volumen de arroz). Después de 20 minutos de cocción, el resultado salta a la vista. Lástima que las fotos no transmitan el excelente sabor que conseguimos.
Y junto a este arroz, tuvimos la oportunidad de catar unos estupendos albariños de Lagar de Besada, y unos tintos del Valle del Cinca de Bodegas Valonga.
En cuanto a los albariños, comenzamos por Baladiña, un vino de color amarillo dorado con brillantez y glicérico. La nariz es delicada, de gran intensidad de aromas a fruta fresca y balsámicos. Un albariño dentro de corte clásico, muy frutal y muy fácil de beber.
A continuación pasamos al Añada de Baladiña. Un vino con 24 meses de envejecimiento con sus lías, que le dan un color dorado oro. Tiene una nariz compleja y este es totalmente diferente a los albariños que conocemos. En nariz destaca la fruta madura y muy mineral. En boca es corpulento, sabroso y equilibrado. Sin duda, un albariño muy recomendable.
Después pasamos a catar dos vinos tintos de Bodegas Valonga, de Valle del Cinca. El primero, el Valonga Campo Gabás, un crianza con 8 meses, con tempranillo, graciano y merlot. De color rojo cereza, capa alta, de aroma intenso a ahumados y fruta roja madura. En boca es redondo y equilibrado, y tiene un paso suave que invita a repetir fácilmente.
Y para terminar este pequeño banquete, finalizamos con un varietal de la misma bodega: Monte Valonga Shiraz. Una uva que en PrivaGourmet nos gusta especialmente, y que desde luego no nos defraudó en absoluto. Tras una fermentación maloláctica tiene 3 meses de reposo en barricas nuevas de roble francés y americano. También presenta un color rojo cereza, pero más violáceo que el anterior (característico de la fermentación maloláctica mencionada). Tiene un aroma intenso a frutos negros y tostados del hollejo. En boca es carnoso, de taninos dulces y algo de especias. un vino muy, muy equilibrado que denota el saber hacer de su bodega.
¿Conoces algunos de estos vinos? ¿Estás de acuerdo con nuestra valoración?
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Pues si, yo conozco el Añada de Baladiñas, y creo que os habéis quedado cortos. Es un vinazo para todos los que nos gustan los blancos. Ese proceso de fermentación con sus lías es relativamente novedoso en la zona, y les da un punto a los albariños, que no tienen nada que ver con los que la gente conoce normalmente. Son mucho más minerales y más estructurados. Este concretamente además es de la subzona del Salnés, que es la más grande de la D.O. Rías Baixas, y desde mi punto de vista, la mejor.
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